miércoles, 1 de febrero de 2012

SALMO 91


El Salmo 91 es la oración del creyente que tiene la firme certeza de que Dios protege al que confía en Él.

Tú que habitas al amparo del Altísimo,
que resides a la sombre del Dios Omnipotente,
dile al Señor: Tu me protegues y me defiendes,
Dios mío, yo pongo mi confianza en ti.

Él te librará de los peligros ocultos,
de la palabra funesta.
Te protegerá bajo sus alas,
podrás refugiarte a su lado;
su lealtad será tu escudo y protección.

No temerás el peligro por la noche,
ni el ataque enemigo del día,
ni la enfermedad
que acecha en las tinieblas,
ni la peste que devasta en pleno día.

Aunque caigan mil a tu lado,
diez mil a tu derecha,
a ti no te alcanzarán.
Te basta abrir los ojos y mirar
para ver el castigo de los malos.

Porque al buscar refugio en el Señor,
hiciste del Altísimo tu protector.
No sufriras calamidades,
a tu casa no se acercarán los males,
porque Dios encargará a sus ángeles
que te cuiden dondequiera que vayas.

Te llevarán en las palmas de las manos
para que no tropieces con las piedras.
Caminarás sobre fieras y serpientes,
pisoteárás leones y dragones.

El Señor dice:
"En mí se apoya: yo lo libraré;
porque invoca mi nombre, yo lo protegeré.
Yo lo escucharé cuando me llame,
en la aflicción seré su compañero,
lo protegeré y le daré honor,
le concederé una larga vida
y lo haré ver mi salvación".